Según establece la ley, es necesario esperar 24 horas tras el fallecimiento de una persona para que pueda ser enterrada.

Cuando fallece un ser querido, hay varias cuestiones importantes que los familiares tienen que tener en cuenta a la hora de decidir qué hacer con el cuerpo del difunto. Si una de las opciones planteada es adquirir un nicho en propiedad, es necesario tener en cuenta varios aspectos:

Un mausoleo es un monumento creado en honor a una persona fallecida, emerge desde su tumba y destaca por su estética y grandes dimensiones. Simboliza más allá de enterrar a una persona o una familia, es similar a crear un lugar de calma y de encuentro, en el que se depositan los restos de la persona fallecida. Suelen construirse para personalidades importantes de ámbito político, sociales, religioso, deportivo, etc. sobre todo para personas con alto nivel económico puesto que realizar este tipo de construcciones suponen un importante desembolso económico.

La donación de un cuerpo a la ciencia es un acto personal, voluntario, altruista y solidario mediante el cual, la persona cede su cuerpo tras su fallecimiento a la investigación y a la ciencia con finalidad docente en el campo de la medicina. Este hecho es en beneficio de todas las personas y favorece a mejorar la calidad y especialización de la atención sanitaria. Gracias a este acto, los estudiantes de medicina pueden estudiar a fondo la anatomía humana y aprender el oficio que en años próximos salvará vidas en el mundo.

A las personas que les gustan los animales y conviven con ellos, saben bien el papel tan importante que ocupan en sus vidas. Los animales se convierten en uno de los pilares fundamentales durante su vida. Se les coge un cariño tan grande como el que se puede sentir por un familiar. La lealtad de las mascotas con sus dueños, hacen que ocupen un lugar muy especial en su corazón.

La policía sanitaria mortuoria es una institución que forma parte de la Administración Pública en materia de Salud. La función principal de los funcionarios es velar por la correcta ejecución durante todo el proceso funerario siguiendo la Ley Mortuoria vigente. El proceso de supervisión abarca el tratamiento completo y relación con el cadáver o restos cadavéricos, además de asegurarse de que se cumplen las condiciones técnico-sanitarias tanto en los féretros, vehículos, tanatorio, funeraria, cementerio, etc.

A lo largo de la vida, se conocen a muchas personas con las que, en ocasiones, no se tiene un trato habitualmente. Con el paso del tiempo, el contacto se va reduciendo, los caminos se van alejando y llega un momento que no se sabe nada sobre el trascurso de sus vidas. Hay casos incluso, en los que una persona fallece y no se lleguen a enterar, ya sea por distanciamiento social o territorial. Y llega un momento que uno para y se pregunta… ¿Qué será de María, Pepe o de Juan?

La exhumación es un proceso que consiste en desenterrar un cadáver del lugar de la tierra en el que se encuentra (cementerio, fosa, tumba…) con una finalidad concreta. 

Un seguro de decesos ayuda a los familiares en los momentos más complicados tras el fallecimiento de un ser querido. Es una póliza de seguro que se contrata para poder sufragar todos los gastos que conlleva la pérdida de un familiar que engloba desde el servicio de sepelio hasta la ayuda profesional y psicológica para orientar a los familiares a retomar sus vidas y sobrellevar la dura pérdida.

Uno de los elementos más importantes en el ámbito funerario son las lápidas, utilizadas para rendir homenaje o conmemoración a la persona fallecida. Es imprescindible que el material escogido para la misma sea de buena calidad, resistente y perdurable en el tiempo, para que aguantar durante muchos años y no se vea dañado o en los peores casos, se acabe rompiendo con el paso del tiempo.

Podemos distinguir cuatro tipos de lápidas: