En un momento tan delicado como es el fallecimiento de un familiar o de una persona allegada, es difícil pensar qué ropa utilizar adecuada a la situación. En Funersierra vivimos a diario este complicado momento para familiares y amigos y, podemos realizar una serie de recomendaciones básicas para vestir adecuadamente en un acto funerario.
El velatorio es el evento menos formal de todos los actos funerarios. Es probable que le avisen sin apenas tiempo y tenga que acudir lo antes posible, incluso quizás sin poder cambiarse de ropa. En este caso tendrá que acudir “con lo puesto” o bien, con lo primero que escoja sin apenas tiempo. Es importante que la vestimenta sea sobria y discreta, pero a la vez elegante.
En un funeral o una ceremonia tradicional más formal, es posible que se espere que los asistentes lleven ropa de vestir negra, normalmente traje para hombres y vestido para mujeres. Para los allegados más directos al familiar, lo más adecuado es vestir en color negro íntegramente o que por lo menos el negro sea el color imperante.
Es importante evitar transparencias, diseños muy ajustados, faldas cortas y escotes pronunciados. Los vestidos deben tener una longitud adecuada.
Con respecto al calzado, tanto para hombres como mujeres es imprescindible un calzado cerrado y discreto, sin tacones o de tacón pequeño.
Si los familiares no son excesivamente tradicionales o no son familiares directos del fallecido, lo más probable es que no exista una expectativa de vestimenta, cualquier combinación de prendas que no sean muy llamativas u ostentosas pueden utilizarse para ir adecuadamente. Es fundamental emplear tonos claros y no excesivamente llamativos.
Es mejor no llamar la atención. Los colores más adecuados para esta ocasión son colores neutros o fríos como el beige, azul marino, marrón, gris… El color blanco no está prohibido, pero tampoco es aconsejable ir vestido completamente en ese tono. Se puede combinar perfectamente con un traje de color oscuro.
Actualmente, hay funerales modernos en los que los familiares realizan una “celebración” para despedir a su ser querido fallecido. Se entiende como una despedida más amena en compañía de los seres más allegados con un tono más distendido. Se hace honor a la persona fallecida. En estos casos, los asistentes suelen usar prendas más coloridas.
Hoy en día, cada vez se utiliza menos el luto. Normalmente, suele quedar restringido para los familiares más directos o bien, para ceremonias clásicas. Para acertar con la vestimenta es importante conocer la cultura, la religión y las tradiciones de la familia. De esta forma, les ayudará a saber cómo deben de ir vestidos.
El entierro es un acto muy íntimo que normalmente suele estar reservado para los seres más cercanos del fallecido. Habitualmente suelen utilizarse las mismas pautas de vestimenta que para la ceremonia o funeral. Tonos neutros o fríos son la mejor opción para no llamar demasiado la atención y pasar desapercibido.
El último acto al que seguramente tenga que acudir será en unos días posteriores al fallecimiento o meses más tarde. Lo más probable es que sea una misa conmemorativa del fallecido, en este caso lo correcto será vestirse normal, como si de una visita a la iglesia se tratara. Evitando por supuesto brillos y colores vivos pero sin necesidad de ir vestido tan formal como para un funeral o para asistir al tanatorio. Este acto no es tan íntimo como el entierro o el funeral y seguramente acudan más conocidos del fallecido, allegados o personas que, en un momento determinado de su vida, han tenido relación con él.
Sin duda lo más importante en todos los actos funerarios es que los asistentes vistan de una manera que comunique cercanía, empatía y respeto con los parientes más cercanos. Que las personas más allegadas al fallecido sientan nuestro cariño y se sientan arropadas.